Las fiestas más populares son principalmente la tradicional de "San Miguel", Patrón de Ayllón, el día
29 de septiembre; y la más moderna de "Ayllón Medieval" el último fin de semana de julio.
Fiestas de San Miguel
Estas fiestas duran aproximadamente una semana coincidiendo con el 29 de septiembre que es la fiesta mayor del
patrón San Miguel. Actualmente estoy en Barcelona y por esas fechas estoy trabajando, por lo que actualmente no puedo ir; pero
cuando llega ese día siempre me viene a mi memoria mi infancia y juventud en las fiestas de Ayllón y me dejo llevar por
mi imaginación para trasladarme por un momento a mi pueblo y así os tengo que contar lo que hacíamos:
Durante un mes los más jóvenes del pueblo en grupos de amigos preparábamos la "peña",
que consistía en acondicionar un local para las fiestas.
Allí pasábamos las tardes, pintando, poniendo papeles en las paredes y, lo más importante de todo
esto, es que era una manera de encontrarnos y pasar unas horas entretenidas, disfrutando a nuestra manera porque hacíamos algo entre todos.
Cuando llegaban las fiestas, cada "peña" tenía su local lo mejor acondicionado que había podido. Se hacía
un concurso a ver que peña era la más cautivadora de todas.
Ahora creo que lo importante no era el premio en si, supongo que porque nuestra peña no lo ganaba y no lo recuerdo, pero
si que me queda en la imaginación de que era lo suficiente motivante como para querer hacerlo lo mejor posible.
La fiesta comenzaba con el desfile de carrozas de la reina y las damas de honor, que naturalmente eran las chicas más guapas del pueblo.
Después el señor alcalde nos daba su pregón para indicarnos que comenzaba, otro año más,
las fiestas de nuestro patrón "San Miguel".
No faltaba nadie, desde el más pequeño hasta el más anciano, escuchando con entusiasmo aquellas palabras que nos querían
decir, a todos, que nos reuníamos otro año para celebrar las fiestas de nuestro pueblo. Cuando terminaba de hablar comenzaba
la música en la plaza, y todos los que estábamos allí bailábamos al son de aquella música, que aún
hoy me viene a la memoria: aquellas jotas del nuevo maestre de juglaría que tanto me gustaban, y que sigo poniendo en mi casa de vez en
cuando.Íbamos de peña en peña para ver como la habían adornado, y beber una deliciosa limonada
que preparábamos cada uno y que tenía un sabor diferente dependiendo de la peña que era.
Esos días todo era alegría y bullicio, pero lo recuerdo de una manera sana. Se bebía algo de más, pero eso
se pasaba durmiendo un poco; y de esta manera a la mañana siguiente se estaba preparado para comenzar otro día de fiesta.
Los músicos del
pueblo y los mozos, tocando el pasacalles, iban de casa en casa, donde había alguna moza, que salía al balcón para verlos.
Lo que no podía faltar eran "lostoros". Ya sé que alguno puede pensar que no le gustan
porque es maltratar a los animales. A mi particularmente no me gustaba el hecho de ver morir al toro. Pero el recuerdo que tengo es más
bien el del ambiente a fiesta y la música que allí había.
Otra cosa interesante que se hacía eran los concursos y actividades para todo el pueblo. Desde el más
pequeño al más grande podían participar. Una de ellas era la de atarse los pies y tener que llegar de un lado
al otro y llenar un cesto de patatas a ver quien lo había llenado más.
Había concursos como el de bailes típicos: pasodobles, tango y por supuesto jotas; hasta el concurso de fuerza,
de tirar de una cuerda a ver quien se llevaba al otro grupo. En fin era una semana divertida para todos.
No podía faltar la diversión nocturna en la que grupos musicales hacían bailar en la plaza y en
el salón de baile del pueblo.
Ayllón Medieval
Otra fiesta destacable y que cada año gana más importancia es la de "Ayllón Medieval". Ésta se celebra
el último fin de semana del mes de julio. Lleva celebrándose desde 1997 y cada año acuden mas personas, tanto de los vecinos
del pueblo y alrededores, como visitantes de todos los lugares.Al principio sólo era un día la fiesta, pero debido
a su gran participación, últimamente se han puesto dos días: sábado y domingo.
Esta fiesta consiste en volver a la época medieval en concreto al año 1423. Se produce un cambio o mejor dicho una auténtica
transformación. Toda la gente del pueblo, unas semanas antes, cambian el aspecto actual por otro que tendría en aquella época.
Participan desde el carpintero, herrero, albañiles y, por supuesto, todas las señoras del pueblo que se dedican
a hacer trajes para estar a punto toda la familia. Se puede ver como, desde el abuelo hasta el más pequeño de la casa, parecen haber
entrado en el túnel del tiempo para adentrarse en la época más esplendorosa de la edad medieval del siglo XV.
Todas las casas se engalanan con pendones, banderas y escudos correspondientes a las damas y caballeros que allí habitan. Salen a la calle
en espera del monarca. La villa de Ayllón celebra estos días de fiesta organizando un mercado en medio de la plaza que ha sido
transformada a esa época.
Todas las personas del lugar, y las que lo desean, van ataviadas como en el siglo XV, pudiendo encontrar desde caballeros con sus caballos,
damas de alta alcurnia, mendigos, monjes, moros y cristianos, y un sin fin de personajes que esperan la llegada del Rey Don Juan II y el Contestable
de Castilla, Don Álvaro de Luna. Mientras se espera la llegada de tan ilustres personajes, se puede disfrutar del cuentacuentos que nos narra
toda la historia de Don Álvaro de Luna desde que llegó a nuestro pueblo hasta su destierro y muerte trágica.
Todo esto lo podéis ver más detallado en esta misma página web cuando habla de la historia de Ayllón. También
se puede disfrutar, como no, paseando por el mercado donde se ven a los artesanos trabajando el barro, la madera, el cristal,y un sin fin de paradas
donde puedes encontrar desde, trajes de la época, armaduras y demás ornamentos, hasta puntillas confeccionadas con manos expertas
como podéis ver en las fotos que se adjuntan.
Por la tarde se puede disfrutar de conciertos tanto de música antigua como renacentista y por la noche
todas las luces artificiales han desaparecido y se ve como iluminan las antorchas de aquella época, el pueblo recobra un aspecto
especial y parece un auténtico pueblo medieval. Los conciertos de música celta o flock dan el último toque medieval al pueblo.
El domingo sigue habiendo mercado y así los que no pudieron asistir el sábado puedan disfrutar viendo los diferentes puestos, y los
que ya lo vieron el sábado, les siga gustando mirar como se hacían las tejas a mano, o comer pan con chorizillo y delicioso tocinillo que
está para chuparse los dedos. Bueno ya me entendéis, ¿no? es una frase muy típica nuestra para decir que está buenísimo.
Además, por si no os lo había dicho, todas las compras que se hacen en el mercado se pagan con maravedíes, que era la moneda
de aquella época. Hay un banco donde se cambia euros por maravedíes, porque claro, esta gente del mercado no entiende que es un euro.
Por la tarde se hace un torneo, con los mejores caballos con sus caballeros, a ver cual es el que gana. Es un espectáculo digno de ver, a mi
en particular me hace trasladar a aquella época. Los caballeros con sus armaduras. Es digno de ver.
Por la noche, en el acto final, la música celta o flock, se despide hasta el próximo año en que nos volverá
a deleitar con esa música que ambienta toda esta fiesta.
OTRAS FIESTAS
Naturalmente estas no son las únicas fiestas que se celebran en Ayllón, pero sí las más importantes,
de las demás fiestas que se celebran en el término municipal de Ayllón, cabe destacar por e fervor que despierta entre la gente
de la zona, la "Romería del Padre Eterno", romería que se celebra en Estenbavela, pueblo colindante de Ayllón, el
domingo siguiente a Pentecostés.
Otra fiesta digna de mencionar es la "Cruz de Mayo" que se celebra el primer domingo de mayo.
Esta fiesta se celebra porque la gente del pueblo tiene mucha devoción al "Santo Cristo" que es como se llama a una ermita que está a la salida del pueblo, y que los vecinos, por las tardes, tiene la costumbre de ir a visitarla y rezar.
Pero ese día se va al "Santo Cristo" y se subasta diferentes ofrendas: desde unas rosquilla hechas por la panadera, carne de cordero
e incluso algún manto hecho a mano. Lo que se recauda siempre es para la ermita para que esté siempre a punto. El pueblo la cuida
con mucho mimo y respeto. Después se va al escampado que hay fuera del "Exconvento" y todo el pueblo se traslada allí desde
el más anciano hasta el más pequeño que baila al son de la música toda la tarde.
Es una fiesta a la que tengo especial cariño.
A parte de esta fiesta están otras como el Jueves lardero que es el jueves anterior
al miércoles de ceniza, que se come la muy típica "tendida", que cosiste en un pan especial con tortilla y chorizo;
está de rechupete. Y después, claro está, el martes de carnaval, en el que se puede ver como
los más jóvenes, y no tan jóvenes, se disfrazan de los más imaginativos y decorativos disfraces.